sábado, 7 de enero de 2017

EUPITES

Padre de Antínoo y cabecilla de quienes buscan la venganza por la muerte de los pretendientes; morirá atravesado por la lanza que le arroja Laertes.

DOLIO

Criado del viejo Laertes en cuya granja vive cuando regresa Ulises. Dolio ayuda al héroe en su lucha contra los familiares de los pretendientes.

LAERTES

Anciano padre de Ulises que en ausencia del héroe se retira a su granja; allí lo encuentra su hijo, al que Laertes ayuda en la lucha contra los familiares de los pretendientes.

ACABA LA AVENTURA: Paz para todos

Me levanté por la mañana y decidí ir a ver a mi padre a su granja. Tuve que enseñarle la cicatriz de mi pierna para que me reconociese. Le conté todo lo ocurrido y me dijo que los familiares de los pretendientes asesinados querrían vengarse. Después de comer en la granja de mi padre con sus cuidadores, llegaron los vengadores. De nuevo Atenea se puso de nuestro lado y nos ayudó a comenzar la batalla a nuestro favor, pero cuando nos disponíamos a acabar con todos ellos Zeus envió un rayo a mis pies para detenerme y Atenea me dijo que debía dejarlos vivir y así la paz regresaría a Ítaca. Así lo hice y por fin reinó la paz para siempre.
Casi veinte años de viaje, una gran aventura vivida para poder regresar a mi hogar junto a mi familia. Muchos amigos perdidos en el camino, pero al fin he regresado a mi querida Ítaca.

UNA GRAN MATANZA: Por fin con mi amada esposa

Ya no había vuelta atrás, tenían que morir todos o morir nosotros, no había otra salida. Atenea siguió ayudándome y así pudimos ir matando a todos los pretendientes entre mi hijo y yo con la ayuda de mis todavía fieles sirvientes. Finalmente las doncellas de Penélope recogieron todo el desastre que se había organizado en el salón y supieron quién era yo realmente. La vieja nodriza avisó a mi mujer, pero ella no terminaba de creer que fuera verdad y no quería hablarme. Finalmente me puso a prueba para saber seguro que yo era su marido, pidió que sacaran nuestra cama del dormitorio para que pudiera dormir y le dije que nuestra cama no podía sacarse porque estaba hecha sobre el tronco de un olivo enraizado y vivo. Así mi mujer supo quién era yo y pude por fin abrazarla.

FEMIO

Cantor de Ulises al que los pretendientes habían obligado a cantar para ellos; el héroe le perdona la vida.

MEDONTE

Heraldo del palacio de Ulises que había mantenido una actitud ambigua con los pretendientes, pero al que sin embargo el héroe perdona la vida.

AGELAO

Uno de los pretendientes de Penélope durante la ausencia de Ulises.

MENTOR

Fiel compañero de Ulises a quien éste había confiado el cuidado de su casa cuando partió para Troya. Atenea adopta la forma de Mentor para animar a Ulises al combate contra los pretendientes.

ANFÍNOMO

Uno de los pretendientes, que es muerto por Telémaco.

MI VIEJO ARCO: Un tiro certero

Tuve que esperar una noche más. Pedí a Zeus que se pusiera de mi lado para poder vencer a los pretendientes y regresar a la paz de mi hogar. Lo tenía todo pensado: los pretendientes tratarían de montar mi arco y atravesar las doce anillas, pero no podrían hacerlo, ni si quiera Telémaco podría. Entonces yo tendría que intentarlo, aunque antes mis todavía fieles sirvientes, a los que tuve que decirles quién era realmente, me ayudarían a cerrar las entradas y salidas del salón para que llegado el momento pudiera comenzar la batalla. Todo fue sucediendo como lo había planeado. Ningún pretendiente pudo montar el arco. Telémaco mandó a su madre a su alcoba y entonces yo monté mi viejo arco y conseguí atravesar las doce anillas sin ni si quiera moverme del sitio en el que estaba sentado. En ese momento mi hijo se colocó a mi lado y dio comienzo la caza de los pretendientes.

TEOCLÍMENO

Huésped de Telémaco que reprocha a los pretendientes su conducta y les advierte que pronto van a morir.

CTESIPO

Uno de los pretendientes más brutales, arroja contra Ulises (a quien toma por un anciano mendigo) una pata de ternero. Luego será muerto, como los demás, por el héroe.

FILETIO

Mayoral de los pastores del palacio, que permanece fiel a Ulises y le ayuda en su lucha contra los pretendientes.

EURÍNOME

Camarera o encargada de las demás criadas en el palacio de Ulises.

MELANTO

Esclava de Penélope y amante del pretendiente Eurímaco. Trata de expulsar a Ulises con una antorcha cuando éste estaba disfrazado de mendigo.

EURÍMACO

Uno de los pretendientes de Penélope, arroja un taburete contra el viejo mendigo, que no es otro que Ulises; dirige a los pretendientes contra el héroe, tras la muerte de Antínoo, y muere atravesado por una flecha.

IRO

Mendigo fanfarrón y cobarde con el que Ulises se pelea en su propio palacio, en presencia de los pretendientes, cuando el héroe aún no se ha dado a conocer.

ARGOS

Viejo sabueso de Ulises que reconoce al héroe cuando regresa a Ítaca disfrazado de mendigo, y que fallece instantes después.

MELANTIO

Antiguo cabrero del palacio de Ulises; traiciona a su amo, halagando y ayudando a los pretendientes en la lucha. Ulises ordenará que lo cuelguen del techo y le den muerte.

YA ESTOY EN CASA: Regreso como un mendigo a mi hogar

Me dirigí con Eumeo al palacio real para ver cuál era la situación. Por el camino nos cruzamos con el cabrero Melantio que se había vuelto en mi contra. Además, encontré a mi fiel perro Argos que me reconoció de inmediato, aunque murió delante de mí. Ya en el salón del palacio, me senté en un rincón y cuando mi hijo me vio me hizo traer pan y carne. Entonces pedí limosna entre los pretendientes de Penélope y Antínoo me arrojó un objeto y yo no pude evitar amenazarle, aunque todos se rieron de la amenaza de un viejo mendigo. Las doncellas de mi mujer la avisaron de lo que estaba ocurriendo y ella decidió hablar conmigo por si tenía alguna noticia de su marido. Mientras esperaba a Penélope apareció otro mendigo, Iro, con el que tuve que luchar para que me dejara en paz. Les dije a los pretendientes que se marcharan a sus casas y Eurímaco me lanzó un taburete. Después de este nuevo alboroto todos se fueron y Penélope llegó al salón par hablar conmigo. No podía decirle quién soy, todavía no, así que le conté que había visto a Ulises y que estaba vivo, ella trató de asegurarse y me hizo preguntas sobre la vestimenta de Ulises que yo, por supuesto, acerté. Mandó a Euriclea, mi vieja nodriza, que me lavase los pies y ella, al igual que mi perro, me reconoció, pero le pedí que no dijese nada a nadie. Después de estar aseado, Penélope me contó que tendría que casarse con uno de los pretendientes pero que no quería a ninguno. Me explicó que para elegir les haría pasar una prueba: el elegido debería ser capaz de montar mi arco y traspasar doce anillas que yo solía colocar en fila. Finalmente Penélope se marchó a dormir muy triste.

ÍTACA

Aunque Ítaca es un lugar que está presente a lo largo de toda la historia, no aparece realmente hasta el capítulo 11, momento en el que los feacios han ayudado a Ulises a regresar a su patria después de muchos años de viaje.
La isla de Ítaca es una pequeña isla griega del mar Jónico, perteneciente al grupo de las islas Jónicas y que se encuentra al noreste de la isla de Cefalonia.
En los poemas homéricos, Ítaca (normalmente identificada con la isla de igual nombre en la actualidad) es la patria de Ulises, cuyo regreso al hogar constituye el tema central de la Odisea.

Isla de  Ítaca

HOY DOY GRACIAS: De nuevo junto a mi hijo

Desperté envuelto en niebla y sin saber dónde estaba. Entonces un muchacho me dijo que estaba en Ítaca y yo traté de inventar una historia para que no descubriese quién soy en realidad. Pero el muchacho desapareció y en su lugar apareció Atenea. La diosa me conté cómo estaba Ítaca en ese momento: mi hijo había ido a buscarme y mi mujer estaba rodeada de pretendientes. Tenía que hacer algo, así que Atenea me ayudó a disfrazarme de mendigo y me dijo que fuese a la granja de mi porquero que me seguía siendo fiel mientras ella buscaba a Telémaco y le decía que viniese también a la granja. Cuando Telémaco llegó me costó mucho no darle un abraza, pero con mi apariencia de mendigo él no podría reconocerme y no me creería. Entonces Eumeo se marchó para contarle a Penélope que Telémaco había regresado y Aenea volvió a aparecer para cambiar mi apariencia y que pudiera hablar con mi hijo. La emoción nos inundó a los dos y no podíamos parar de llorar al gozar de tanta alegría por el encuentro. Después ideamos un plan para poder derrotar a los pretendientes que intentaban apoderarse de mi mujer y de mi querida Ítaca.

EUMEO

Anciano y fiel porquero de Ulises que ayuda al héroe en su matanza de los pretendientes, después de haberlo recibido y atendido en su granja.
 
 

PÓLIBO

Artesano feacio experto en fabricar pelotas para el juego.

EURÍALO

Joven feacio que provoca a Ulises para que participe en los juegos atléticos.

LAODAMANTE

Hijo del rey Alcino y hermano de la joven Nausícaa.

DEMÓDOCO

Famoso aedo ciego de la corte de Alcino que canta las gestas de los héroes griegos en Troya, con lo que consigue emocionar a Ulises.

ARETE

Esposa de Alcínoo, rey de Feacia, y madre de Nausícaa. Acoge con afecto a Ulises, y representa la mujer que aúna inteligencia y bondad, modelo de esposa y de madre.

ALCÍNOO

Rey de los feacios, que acoge y ayuda a Ulises al final de su travesía, haciendo que sus expertos marinos lo trasladen hasta las costas de Ítaca.

NAUSÍCAA

Joven hija del rey Alcínoo; encuentra a Ulises náufrago, le proporciona vestidos y lo conduce al palacio de sus padres. Nausícaa se enamora del héroe.
 
 
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FEACIA

Feacia es el escenario de los capítulos 9 y 10. Es la isla donde aparece Ulises tras su travesía desde la isla de la ninfa Calipso. Los feacios ayudan a Ulises a empreder el regreso a Ítaca. Probablemente Feacia es la actual isla de Corfú.

CANTOS: Los feacios descubren quién soy

Los feacios organizan unos juegos deportivos y aunque yo no quería participar, al final tuve que hacerlo para que no creyeran que no servía para nada. Estos juegos se acompañaban de canciones sobre Troya que me ponían muy triste. El rey se dio cuenta de mi tristeza y al preguntarme el por qué de mi dolor le dije quién era. Todos los feacios se emocionaron mucho y terminaron de ayudarme a preparar mi viaje de regreso a casa haciéndome muchos regalos.

NUEVO DESPERTAR: Al fin un lugar amable

Después de muchos días navegando he despertado en una isla donde unas doncellas jugaban. Han sido muy amables conmigo, sobre todo la princesa Nausícaa. He llegado al palacio del rey de Feacia y he pedido ayuda para regresar a Ítaca. Parece que todo empieza a salir bien.