jueves, 8 de diciembre de 2016

SE ACABA UNA ETAPA: El mar me deja solo

Aunque Circe vuelve a recordarme los peligros que encontraremos en el mar, debemos partir para llegar a nuestros hogares. Lo primero que nos hemos encontrado han sido las sirenas, sabía que nadie debe escucharlas, pero tenía que hacerlo, así que mis hombres se taparon los oídos con cera para no escuchar el canto y poder remar y mientras yo permanecía atado al mástil del barco escuchando el suave canto. Cuando superamos este peligro, el mar no nos dio tregua y pronto nos hemos tenido que enfrentar a un nuevo dilema: pasar por el estrecho entre Escila y Caribdis. Caribdis nos habría matado a todos, así que decidí pasar junto a Escila y perder solo a seis de mis hombres. Ha sido una decisión muy dura, pero no había otro remedio, el resto del mar estaba lleno de rocas errantes que flotan en el agua y destruyen cualquier embarcación que se acerca. Después de esta horrible aventura, mis hombres han querido descansar y no he podido negarme. Hemos llegado a la isla del ganado del Sol y al acabarse nuestras provisiones, mis tripulantes han matado algunos animales para alimentarse. Cuando la tormenta se calmó nos hicimos de nuevo a la mar, pero los dioses nos castigaron otra vez y todos mis hombres murieron. Yo he conseguido salvarme y he llegado medio muerto a la isla de la ninfa Calipso.

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